miércoles, 10 de diciembre de 2008

Principales contaminantes atmosféricos

La atmósfera terrestre, desde sus inicios, se vio sometida a la incorporación de sustancias en forma continua y/o esporádica, que modificaban local, regional o globalmente sus características de una forma permanente o transitoria.

Ejemplos de esto son las erupciones volcánicas, el material particulado generado por la caída de meteoritos o el metano que desprende la materia fecal del ganado.

¿Cómo determinar si estas emisiones son o no contaminantes?

Para poder determinar esto debemos definir qué entendemos por contaminante y en este sentido diremos que una sustancia contamina la atmósfera cuando su incorporación a la misma provoca un deterioro de la calidad de vida y/o las condiciones de subsistencia de uno o varias especies del ecosistema, entre las cuales se encuentra el hombre.

Veamos algunos casos o tipos de contaminación.

Smog clásico

Smog es una palabra que nace como la mezcla de smoke (humo) y fog (niebla).

Los principales casos se dieron en Europa, en la época en la que el carbón era el combustible principal tanto para la calefacción como para la industria.

El smog clásico se caracteriza por altas concentraciones de óxidos de azufre y material particulado.

Cuando los altos niveles de emisión, se combinaban con largos períodos de estabilidad atmosférica (lo que impedía la remoción), los niveles de contaminación provocaban directamente la muerte.

El caso más patente se dio en Londres, entre el 5 y el 11 de diciembre de 1952, cuando el promedio de muertes esperado tuvo un incremento de 4500 muertes, fundamentalmente personas ancianas y con enfermedades respiratorias.

Smog fotoquímico

El smog fotoquímico se refiere a una mezcla compleja de productos que se forman a partir de la interacción de la luz solar con el monóxido de nitrógeno y los hidrocarburos.

Cuando se producen conjuntamente el fenómeno de inversión térmica y condiciones de estabilidad atmosférica, la acción se potencia y se produce un fenómeno de acumulación.

Un efecto observable con claridad es la reducción de la visibilidad. La nube compuesta de partículas sólidas y líquidas absorbe luz dispersa la luz que viene del sol, reduciendo el contraste y obviamente deteriora la visibilidad.

Efecto invernadero

El efecto invernadero existió desde que existe la atmósfera y es el responsable de que el planeta no posea una gran amplitud térmica.

Determinados componentes de la atmósfera como el dióxido de carbono, el vapor de agua o el metano, permiten el paso de la luz visible desde el sol con el consiguiente calentamiento de la superficie terrestre; pero retienen la posterior radiación infrarroja emitida por este mismo calentamiento.

Cuanto mayor es la concentración de los componentes citados anteriormente, mayor será la temperatura media de equilibrio.

El incremento de la concentración de dióxido de carbono, producto de la quema de combustibles fósiles y la deforestación provoca por lo tanto un aumento promedio de la temperatura de la Tierra.

Disminución de ozono en la estratosfera

La capa de ozono estratosférica filtra la radiación ultravioleta que entra en las regiones del espectro biológicamente activas. Esta sombra de ozono es la que hizo posible la vida y por supuesto una disminución de la concentración de ozono atentaría sensiblemente contra estas mismas formas de vida.

Permanentemente en la atmósfera se produce la creación de ozono y su destrucción en un equilibrio dinámico. Sin embargo esta relación se desplaza hacia la destrucción en presencia de óxidos de nitrógeno.

Asimismo los clorofluorometanos se disocian en la estratosfera para formar cloro atómico que reacciona con el ozono en forma directa disociándolo.

Lluvia ácida

Las pequeñas gotas de agua formadas por condensación en la atmósfera deben tener un pH cercano a 7. sin embargo la disolución del CO2 en el agua de lluvia tiende a bajar el pH por formación de ácido carbónico.

El pH del agua de lluvia debe tener un valor cercano a 5,5.

Sin embargo el agua de lluvia, en muchos casos toma valores sensiblemente mejores. Esto se debe a la presencia en la atmósfera de óxidos de nitrógeno y óxidos de azufre, que forman ácido nítrico y ácido sulfúrico en solución. Esto es lo que denominamos lluvia ácida.

Los principales efectos son la disminución del pH de las fuentes naturales de agua, lo que afecta la vida de los peces, por una disminución del plancton y el cambio de las condiciones de reproducción (muchas especies detienen su reproducción con un pH menor a 5.5).

Con respecto a la lluvia caída en la tierra, provoca una lixiviación y la consecuente pérdida de calidad del recurso.

Como vemos, la mayor parte de los problemas atmosféricos globales que hoy enfrentamos están relacionados con la quema indiscriminada de combustibles fósiles, cuyos productos (óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre, óxidos de carbono) son los responsables directos o indirectos.

La cuestión exige que ya nos aboquemos a implementar nuevas formas de aprovechamiento energético que permitan una tasa de consumo compatible con las necesidades futuras de crecimiento.

Es necesario comenzar a plantear y mensurar crudamente, sin prejuicios las ecuaciones costo-beneficio que conllevan las políticas energéticas.

Se requiere, por último en forma urgente una reforestación a gran escala, que disminuya drásticamente las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera.

Por: Edgar Villegas (Profesor universitario)